El granito es uno de los materiales históricamente utilizados para la fabricación de encimeras para Cocina. Su gran resistencia y vistosidad nos ha acompañado durante décadas.Es piedra natural formada por cuarzo, feldespato y mica. Para que la roca que se forme en la corteza terrestre sea granito es necesario que se solidifique lentamente y a gran presión, estas circunstancias aportan las características de dureza y durabilidad que hacen del granito una piedra única.

Ventajas:

Las encimeras de granito tienen muchas más ventajas que inconvenientes. Es un material que no se araña, que aguanta grandes temperaturas y requiere poco mantenimiento ya que es fácil de limpiar (basta utilizar agua jabonosa). Al fabricarse a partir de un material natural, cada piedra es única, por lo que aporta un toque de originalidad a nuestra cocina. Además, podemos elegir el acabado de la encimera (pulido, envejecido, satinado, flameado, etc.), lo que amplía el abanico de posibilidades en cuanto a la estética. Otra ventaja es el precio. Si bien no es la opción más barata del mercado, su durabilidad y resistencia al paso del tiempo hacen que la relación calidad-precio sea óptima.

Inconvenientes:
A la hora de limpiar el granito debemos ser cuidadosos en la elección del producto, ya que determinados químicos o líquidos ácidos pueden dejar marca en la piedra. Tiene un catálogo de colores menor que por ejemplo el cuarzo por lo que no siempre se podrá elegir un tono acorde con tu cocina. Al ser un material puramente natural la distribución de las vetas es aleatorio.En definitiva, si hacemos balance entre ventajas e inconvenientes, no cabe duda de que la opción de instalar una encimera de granito es una de las mejores del mercado, por su resistencia y durabilidad, aunque tenga pequeñas desventajas que se pueden paliar con un buen manejo de la piedra.

Mantenimiento:
Para mantenerlo a la perfección solo es necesario un paño húmedo, aunque tenemos que tener mucho cuidado si se desprende aceite sobre las encimeras. En este caso, hay que eliminarlo cuanto antes, ya que cuanto más tiempo pase más posibilidades hay que penetre en la piedra natural. También tenemos que prestar atención a los derramamientos de líquidos ácidos, como el zumo de limón, vinagre o vino. La sal también es un elemento corrosivo, por lo que es recomendable limpiar cualquier montículo que quede sobre la superficie. Y por supuesto, hay que evitar que los productos químicos puedan dañar la superficie de granito, como los detergentes, decapantes, desengrasantes y elementos similares.

¿Cómo limpiar las encimeras de granito? No se deben emplear elementos abrasivos, como la lejía o los detergentes con cloro, ni frotar con estropajos o esponjas de metal. Lo mejor es usar agua tibia y si la mancha es rebelde un detergente que sea muy suave, con un Ph7 o similar. A continuación secamos con una bayeta y habremos acabado.¿Qué quitamanchas debo usar?En el caso de que nos encontremos ante suciedad especialmente rebelde, será necesario usar elementos más potentes, como los quitamanchas. Los quitamanchas con base de agua son ideales para eliminar las manchas orgánicas, como por ejemplo las producidas por el vino, el café o el zumo, mientras que los quitamanchas alcalinos son la elección perfecta para la grasa, el humo, hollín o la cera. Sellado de la superficie.Si queremos que nuestras encimeras de granito duren aún más, es recomendable sellar la superficie cada cierto tiempo para reducir su porosidad natural.

Esta operación de mantenimiento suele hacerse cuando las placas salen de fábrica y se aconseja repetirlo cada cuatro meses para prolongar sus efectos. Consejos para aumentar la durabilidad del granito. Ten cuidado a la hora de dar golpes sobre la encimera, sobre todo si usas herramientas contundes como un martillo. En caso de exceso de fuerza podría astillarse o romperse, sobre todo en los bordes. De igual manera, es buena idea utilizar una tabla de cortar para prevenir daños del cuchillo de cocina sobre el granito. Aunque esta piedra posee una enorme resistencia, no es aconsejable exponerla a un calor excesivo como el de una olla recién sacada del fuego. En estos casos lo mejor es usar algún aparato de cocina, como un trípode, para evitar el contacto directo.