Las encimeras Porcelánicas son en estos momentos el tipo de encimera que aun siendo de coste medio/alto son las más elegidas por nuestros clientes debido a la resistencia al calor, al rayado, a los ácidos y a los químicos con una gama de acabados satinados y pulidos, texturas atractivas y sofisticadas.

Ventajas:
En su fabricación se utilizan 100% materiales inorgánicos, no contienen resinas ni aditivos, así que la apariencia no se degrada con el paso del tiempo. Al ser un producto no poroso, no es necesaria una capa de sellado para proteger la encimera como en las piedras naturales. La encimera porcelánica junto con el acero inoxidable es el material más resistente (un 30% más que el granito).

Soporta a la perfección rayones, desconchones y golpes gracias a que en el proceso de fabricación la pieza se ultracompacta con una prensa y además pasa por un proceso de sintetizado que aumenta la resistencia mecánica de la pieza. Resiste el calor como ninguno, puedes posar sartenes o cazuelas a altas temperaturas.

Inconvenientes:

Al ser un material muy rígido puede haber desconches por impactos secos en zonas volada en los cantos. Tiene posible reparación si el desconche no es grande.

Mantenimiento:Para la limpieza diaria de una encimera de Porcelánica bastará con pasar una bayeta húmeda con agua y jabón o detergente común. Aunque es recomendable no usar productos abrasivos ni estropajos duros, el porcelánico se caracteriza por su alto grado de resistencia a la abrasión y al rayado, por lo que no debes preocuparte por este aspecto.

Puedes utilizar desengrasantes tipo KH7, o pulverizar con un multiusos. Retira el producto con un paño húmedo y seca con papel de cocina para un acabado perfecto. Limpieza de manchas por alimentos, líquidos, ácidos… Es recomendable limpiar la mancha lo antes posible y no dejar que se seque para facilitar su retirada. Pero seamos sinceros, es muy habitual que dejemos una mancha y no la limpiemos al instante. Con el porcelánico no hay problema, la mancha no penetrará por su baja porosidad. Para quitar una mancha incrustada más fácilmente, humedece la zona vertiendo un poco de Legía encima de ella y deja que se reblandezca un poco la suciedad durante un minuto.

Retira con un paño limpio y seca.Limpieza según el tipo de manchas: Si nos encontramos con manchas de cal, muy comunes en algunas zonas de España debido al alto contenido en agua, utiliza vinagre o un limpiador específico para la cal, tipo Viakal. Déjalo actuar un par de minutos y retira con agua.Para las manchas de vino, aceite, café o limón, que tanto preocupan al hablar de las encimeras de cocina, aplica simplemente un detergente común o lavavajillas y acabarás con ellas. También se puede utilizar Oxígeno Activo diluido con agua para manchas penetrantes.